Eso fue lo que pensé cuando me llegó un email de la empresa OVH diciéndome que se les había quemado el datacenter de Estrasburgo. Bueno, en realidad el email no decía eso. Más bien decía algo como lo siguiente:
Estimado y amado cliente al que nunca queremos hacer daño: como has podido comprobar porque llevas dos días intentando acceder a tu VPS y éste no responde, estamos teniendo algunos problemas de conectividad. Esas noticias que hablan de un incendio en nuestro datacenter son ciertas pero, aunque tenemos unas bases de datos enormes donde tenemos apuntado en qué datacenter tenemos tus servicios, no podemos asegurarte de que tus cosas se hayan destruído.
Cuando sepamos qué ha pasado, te diremos si has perdido toda tu información o no.
Evidentemente, perdí toda mi información.
Y puede que os estéis preguntando: ¿por qué nos cuentas todo esto? Pues porque yo antes tenía, entre otros muchos proyectos que se incineraron, un precioso blog donde iba subiendo pequeños artículos de opinión, artículos de divulgación informática y, sobre todo, pequeños textos de ficción. De hecho, el blog fue una herramienta muy útil para poder sacar adelante el “Reto de los 30 días”.
Pero, como digo, ese blog se perdió en el tiempo. Bueno, en la deflagración que asoló el datacenter de OVH en Estrasburgo.
Un nuevo renacer
Como si de un ave fénix se tratara, he rescatado el blog de las cenizas y lo he resucitado. O eso es lo que voy a ir contando por ahí. En realidad no había nada que salvar, así que he montado un server en casa y he levantado el blog allí. No sé qué tal funcionará, porque no tengo la exclusividad en la administración del router, pero no debería dar muchos problemas.
No sé a qué dedicaré este blog, sólo sé que lo vuelvo a tener.